viernes, 12 de julio de 2013

Malla anti-todo

 Hace alguna temporada que me rondaba por la cabeza proteger el huerto exterior de la excesiva insolación que reciben las plantas, pero hasta este año no me he decidido a hacerlo. El otro día cogí una vieja malla de las que se usan para coger almendra y aceituna y la uní a la que ya protegía el invernadero con bridas de las más pequeñas. Como todavía no quiero hacer una estructura permanente que me permita cogerla bien y estirarla, lo que he hecho es colocar varias cañas de punta -a las que previamente les coloco botellines de plástico para que no la rompan- que sujetan el peso de la malla y permiten pasar por debajo sin tener que agacharse, Las sujeciones principales son las esquinas de la malla, a las que ato cuerdas que a su vez ato donde puedo -la rama de un árbol, un  hierro hincado.... El resultado se  parece  a una carpa beduina que no sé si aguantará un día de viento. Otra función muy importante es la de frenar el posible granizo, algo que antes o después suele suceder, y más este verano que se anuncia con fuertes riesgos de pedrisco en el Bajo Aragón. En ese caso la malla iría al suelo, pero el daño en las hortalizas sería menor. Creo que también esuna malla anti pájaros, aunque eso me preocupa menos.
Lo que más me interesa es comprobar si las hortalizas, sobre todo solanáceas, crecen mejor con un porcentaje menor de luz . Ya veremos.


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