Jardin


El tamariz en invierno. al fondo el seto de cipreses
Esta página la iré haciendo poco a poco, a ver que sale, porque todavía estoy un poco verde en el tema blogger y más bien querría que fuese una página con entradas. Pero bueno.

El jardin que voy a documentar se encuentra tres metros por encima del nivel del huerto, en la parcela alta de la finca, donde solemos pasar la mayor parte del tiempo. Aquí no hay árboles frutales ni nada directamente productivo, a excepción de dos olivos plantados con intención ornamental. Bueno, según lo que consideremos productivo, pues para mi la sombra y la be
La parte norte y oeste de la parcela está delimitada por un seto de cipreses comunes que planté a mano hará unos 14 años. Se han hecho tan grandes y proporcionan un cerramiento tan bueno que el Cierzo se las ve y las desea para ser molesto. El sur y este están más abiertos, para que entre el sol en invierno y por las excelentes vistas que proporcionan.
lleza constituyen un bien dificilmente igualable.

El tamariz en primavera

La gran nevada de 2010
 En verano frenamos la solana del mediodía con árboles de hoja caduca, especialmente dos enormes álamos blancos, un platano de sombra (el de la cabaña), un pino, un ciruelo de flor, etc. La idea inicial era clara: tener la máxima sombra en verano y que no faltara el sol en invierno. Todas las estaciones ofrecen algo único, y de todas se disfruta por igual.

tronco de álamo blanco de 15 años
 Como se trata de un jardín sumamente rústico no tengo que cortar césped ni nada, sencillamente porque la única cubierta vegetal que tiene el suelo es la que libremente crece, con toda su variedad y sus cambios estacionales. Es una fórmula que podríamos llamar Zen, porque no da faena ninguna, como la mayoría de los árboles, que nunca han sido podados. Huyo también de geometrias y regularidades, pero estimo mucho la estética de las piedras, troncos viejos, etc.Las especies son variadas, y muy resistentes todas, destacando las carrascas, los lentiscos (cuyo valor en jardineria se halla poco reconocido, a mi juicio), las robinias, la acacia de tres espinas (gleditsia triacanthos), el paraíso (eleagnus angustifolia), las adelfas, moreras blancas, tamarices. Y para ilustrar lo que digo voy a añadir algunas fotos más:
césped espontáneo a primeros de marzo
Piedras de arenisca formando un macizo para aromáticas
La piedra de la zona está presente en este jardín por todos sus rincones, cuidando de evitar los materiales discordantes. También me gusta la teja antigua, el hierro oxidado (por su textura) y la madera.
A 7 de marzo he hecho unas fotos con el móvil aprovechando que la tarde era cálida y tenía una luz especial, esa luz única de los días nublados en los que se cuela el sol después de haber llovido. Pongo fotos de las rampas que unen las dos parcelas y los olivos (parcela de abajo).  También añado un Viburnum (mundillo en flor) y otras especies como enebros (juniperus oxycedra), laurel (laurus nobilis) y lentisco (pistacia lentiscus), todos ellos muy resistentes y perfectamente adaptados al clima y suelo de la zona. Continuando se pueden onservar fotos de una de las carrascas (quercus ilex) y alguna vista general del jardín al final del invierno. La madreselva me ha servido para colonizar el espacio que media en el tremendo talud que divide la finca, donde anidan los pájaros. La madreselva conserva la humedad y ofrece una floración duradera que perfuma el aire como pocas cosas ¡ y qué poco exigente es! No faltan en algunos rincones los rústicos ágaves de origen mexicano que sin apenas agua sobreviven sin cuidados y sostienen la tierra con sus vástagos. (continuaré editando esta página para ilustrar lo prometido)
Ágave o pita

Enebros
Carrasca o encina
Viburnum (mundillo) en el principio de su floración
Olivos
Ciprés macrocarpa Gold Crest al fondo
Madreselva


Saúco en flor (sambucus nigra)

Una vista del jardín en mayo


 Vista parcial en junio
Otra vista en junio

2 comentarios:

  1. Hola Javi, hoy me he acordado de tí porque en el jardin de la oficina tenemos un arbol que dá un fruto comestible llamado "pitanga" y como se de tu afición tan grande por éste mundo de las plantas, se me ha ocurrido si puedo mandarte unas semilla para que pruebes suerte. Lo conocí por la mujer de la limpieza que es argentina y en su país es un arbol muy común, no sé si el clima de Alcañiz iría bien, pero eso puedes averiguarlo tú mejor que nadie. Un abrazo.

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  2. Querido José Luís: me encantaría recibir esas semillas e intentar la cría y aclimatación. Alcañiz es un terreno frio en invierno, pero no tanto como Motilla. Mi suegro, por ejemplo. tiene un limonero lleno de limones en un patio; así que con un poco de suerte la cosa funcionará. Te mando por e-mail mi dirección. Muchísimas gracias y un fuerte abrazo.

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